Levantando a un ángel

Levantado, soñado y despertado, vi como la alegría invadía
poco a poco el espíritu apagado de un ángel.

Un ángel que tenía las alas y el corazón herido,
un ángel que rebosaba paz,
un ángel que rebosaba alegría.

Levantado, soñado y despertado, comprobé que el ángel
curaba sus heridas, con paciencia con mino, con ternura y con cariño.


Ángel soñado, ángel soñador, 
tus ojos, reflejan
los rayos del Sol, en una noche 
de penumbra soñada.

Ver la alegría en tu ser,
pone libertad a un corazón roto,
 a un corazón herido,
 a un corazón ofendido.




Acuérdate ángel soñado, que tú corazón
es grande y fuerte como el corazón del león.


Recuerda soñador que tú libertad es libre,
como libres son los sueños,
como libre es el mar.





Mañana más y mejor.


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