Los sueños, sueños son
pero en mis sueños siempre estás.
Desde que nace el alba,
hasta que sale el Sol,
en cada amanecer,
veo ese cuerpo de mujer.
En tus ojos, la mirada que quiero,
en tus labios, volcanes de fuego,
tu sonrisa, un reflejo de la Luna,
y tu pelo, una cascada abierta al cielo.
Por eso y más, mi corazón,
se acelera cada vez que te veo.
¿Será que te deseo?
Pero, al llegar el alba y,
el Sol romper la noche,
me despierto de este sueño.
Sin embargo, mi corazón tiene alegría,
¡Puedo verte cada día!
y sabe, que volverá a palpitar,
cuando el ocaso me llame para soñar.
Mañana más y mejor.