La aventura de un sueño
con la noche cerrada como color de azabache,
y la Luna con su manto blanco,
iluminando un remanso charco de agua,
comienza el camino de mi sueño.
Este camino de sueños, está vez
lo dejo a la aventura del destino.
Cierro profundamente los ojos y
dejo al azar la libertad de mi mente.
Miro al cielo buscando estrellas,
estrellas que dirijan mi sueño.
Esta vez me dejo llevar por la fortuna,
por la fortuna de soñar, una nueva aventura.
Relajado, descansado, dormido y acostado,
con la noche cerrada como color de azabache,
con la noche cerrada como color de azabache,
y la Luna con su manto blanco,
iluminando un remanso charco de agua,
comienza el camino de mi sueño.
Mañana más y mejor.