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Mi bonito sueño

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Que el sueño que sueñes esta noche,  sea el sueño más bonito,  que hayas tenido jamás. Si sueñas, sueña con las nubes, aterciopeladas de algodón. Si sueñas, sueña con las flores, salpicadas de escarcha y rocío. Si sueñas, sueña con estrellas, y dibuja sus colores con tu mente. Si sueñas, sueña con palabras, para escribir la poesía soñada. ¿A qué saben las nubes... y los sueños? Que tu corazón sea abra,  como una ventana se abre a la brisa del viento. Que tenga felices sueños. Mañana más y mejor.

Buscando un sueño

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Cuando cae la noche voy buscando mi sueño. Desde las altas montañas hasta lo profundo del río. Voy buscando mi sueño, oculto entre las nubes. Voy buscando mi mente, escondida pacientemente. Difícil camino para encontrar, ese sueño perdido que, llene el vacío no olvidado, del primer sueño vivido. Voy caminando por las nubes, transitando y buscando, explorando el paraíso nacido, de los hermosos sueños vividos. Por fin descubro, detrás de grandes lagos, arroyos y ríos, el sueño perdido. Llamo a la noche, para que encienda su luz, y poder decir a los cuatro vientos, al fin..., encontré mi sueño perdido. Mañana más y mejor.

El embrujo de la mirada

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Con esos ojos negros que hechizan al pasar, y tu sonrisa al despertar, el Sol, te pide permiso  para poderse levantar. Son esos ojos negros los que me embrujan, y esos labios rojos los que hechizan mi corazón. Serán testigos de nuestro amor, las estrellas y la Luna, desde la salida del alba hasta la puesta del Sol. Mañana más y mejor.

Las virtudes soñadas

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Por la pasión y constancia. Por la paciencia y virtud. Por la simpatía y empatía. Por la tolerancia y el saber estar. Por todo eso y más, mi corazón estará siempre abierto para que se funda con un latido,  de amor que brote de tu corazón. Con todo este sentimiento,  dibujaría en las nubes una sonrisa, para que ilumine el universo  y,  hasta la última estrella del firmamento brille y refleje  nuestro amor. Mañana más y mejor.

Un ángel en el sueño

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Cuando adormecido, despertó del sueño, aún, la noche era fría, ¿Dónde estaba el calor? pues su cuerpecito, estaba helado y frío. Alrededor de su habitación, una estela de luz blanca lo iluminó, tomando su mano con dulzura, le sonrió, — Soy el hada de los sueños —, le dijo susurrándole con amor. Vuélvete a dormir vida mía, descansa y alégrate al llegar el nuevo día, los sueños arroparán tu corazón, tocando una hermosa canción. Cierra los ojos pequeño ruiseñor, deja que los sueños iluminen tu corazón, dos alas de nácar te visitaron en la noche, y dos alas de nácar te acompañarán por el bosque. Un bosque lleno de flores, y sobre todo de hermosos colores, descansa pequeñín, descansa, que la noche acabará y el día pronto llegará. Mañana más y mejor.